La primera vez que me sentí feliz por ser el enamorado de alguien, caminaba por una losa de fulbito hacia su casa a ver televisión con ella y, claro, conversar con ella y participar en ese duelo de miradas tan sutil pero declarado que me hacía pensar que terminaba en el mismo instante que iniciaba; pese a que las horas se habían ido y yo tenía que irme con ellas. Me sentía tan feliz y completo, solo estaba mi camino, en esa loza en la que rebotó mi cabeza hace varios años nunca pensé que podría sentirme así, simplemente me sentía feliz y debí haber tenido la peor cara de estúpido que tuve en mi vida (hasta ahora)….-Aguanten, haber Gsus respira hondo… ya, ya pueden seguir leyendo, no lo volveré a hacer-
Este post no se trata de la felicidad de una relación, sino de lo que puede pasar cuando se cree a mal que basta con estar enamorado para que una relación funcione. Aun recuerdo su facilidad para decir "te-amo" cada veinte minutos para luego negarlo con la misma convicción a la frecuencia de mis ciclos en la universidad o las estaciones, los meses y en los últimos días las semanas. Terminamos tantas veces que perdí la cuenta, aunque en el fondo recuerdo todas esas veces que me iba de su casa -siempre era en su casa-, cada vez tenia lo suyo pero siempre creía que era mi culpa; ella tenía la manera de que me sintiera culpable aun sin serlo. "Duramos" más de cuatro años, aunque si los lapsos en que habíamos terminado y volvíamos a "estar" no se contaran realmente solo teníamos dos años, y sigo creyendo firmemente que solo debió durar un año, no el primero; el segundo. La última vez fue hace más de tres años, simplemente me harté que lo volviera a hacer que terminé con ella en forma definitiva, aun queriéndola. Fui un poco cobarde porque en ese momento yo tenía un “backup”, es decir tenia donde refugiarme y hasta creía en ese momento que estaba un poco enamorado de esa otra persona (G), hasta incluso más de lo que estaba por mi primera enamorada (T). Dediqué este blog a G y lo seguí dedicando cuando terminamos esa relación que terminó por pura desidia de ambos, un día simplemente nos dejamos de ver y Fin, sin palabras sin nada… Claro que un tiempo después tuve que pedir la explicación que nunca llego. G tenía enamorado y yo me cansé de ser el otro; pensaba muy tontamente que había terminado con T para poder declararme a ella, que había sacrificado una relación de 4 años por ella. La realidad era distinta y solo me impulsaba el autoengaño, me moría de celos, en verdad me enamoré en ese momento y hasta ahora no vuelvo a sentir algo de esa intensidad pero no fui feliz salvo por un beso, uno solo, prácticamente se lo robé porque “nunca me dio permiso de hacerlo”, no fue nuestro primer beso pero fue el mejor, fue el primer beso que robé, el mejor que he tenido en mi vida del que aun no me repongo y aun creo sentirme temblar cuando lo recuerdo. –Lo volví a hacer ¿no?...perdonen, me están pasando tantas cosas…mejor dejamos este post hasta aquí-
Este post no se trata de la felicidad de una relación, sino de lo que puede pasar cuando se cree a mal que basta con estar enamorado para que una relación funcione. Aun recuerdo su facilidad para decir "te-amo" cada veinte minutos para luego negarlo con la misma convicción a la frecuencia de mis ciclos en la universidad o las estaciones, los meses y en los últimos días las semanas. Terminamos tantas veces que perdí la cuenta, aunque en el fondo recuerdo todas esas veces que me iba de su casa -siempre era en su casa-, cada vez tenia lo suyo pero siempre creía que era mi culpa; ella tenía la manera de que me sintiera culpable aun sin serlo. "Duramos" más de cuatro años, aunque si los lapsos en que habíamos terminado y volvíamos a "estar" no se contaran realmente solo teníamos dos años, y sigo creyendo firmemente que solo debió durar un año, no el primero; el segundo. La última vez fue hace más de tres años, simplemente me harté que lo volviera a hacer que terminé con ella en forma definitiva, aun queriéndola. Fui un poco cobarde porque en ese momento yo tenía un “backup”, es decir tenia donde refugiarme y hasta creía en ese momento que estaba un poco enamorado de esa otra persona (G), hasta incluso más de lo que estaba por mi primera enamorada (T). Dediqué este blog a G y lo seguí dedicando cuando terminamos esa relación que terminó por pura desidia de ambos, un día simplemente nos dejamos de ver y Fin, sin palabras sin nada… Claro que un tiempo después tuve que pedir la explicación que nunca llego. G tenía enamorado y yo me cansé de ser el otro; pensaba muy tontamente que había terminado con T para poder declararme a ella, que había sacrificado una relación de 4 años por ella. La realidad era distinta y solo me impulsaba el autoengaño, me moría de celos, en verdad me enamoré en ese momento y hasta ahora no vuelvo a sentir algo de esa intensidad pero no fui feliz salvo por un beso, uno solo, prácticamente se lo robé porque “nunca me dio permiso de hacerlo”, no fue nuestro primer beso pero fue el mejor, fue el primer beso que robé, el mejor que he tenido en mi vida del que aun no me repongo y aun creo sentirme temblar cuando lo recuerdo. –Lo volví a hacer ¿no?...perdonen, me están pasando tantas cosas…mejor dejamos este post hasta aquí-
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